Uno de los principales problemas que tienen las personas que sienten mucho frío, es que pueden notar esta sensación térmica incluso en pleno verano, cuando se van a dormir por la noche sienten que el fresco de la noche, en vez de ser apacible es algo que les hiela los huesos, sin qué decir de los días más fríos de invierno en los que se arropan con tres o cuatro mantas hasta arriba y sábanas de coralina para sentirse más a gusto.

Si tienes una pareja a la que has identificado con lo que te hemos dicho, o incluso eres tú una de esas personas que si pueden salen a la calle con dos pares de calcetines puestos, te vamos a recomendar un producto que está especialmente indicado para los más frioleros y que les solucionará la vida, ya que los calientapiés son productos que cuentan con una serie de ventajas que no vas a querer dejar de usar.

¿Por qué es un buen regalo un calientapiés?

Para aquellos que no conocen a conciencia un calientapiés, queremos darte todas las razones por las que conviene hacer este regalo y no otro a una persona que suele tener constantemente frío.

Por un lado, se trata de un detalle muy original, ya que lo normal es que se pueda regalar por ejemplo una bufanda, un gorro y unos guantes o incluso unos calcetines de esos que están hechos con un forro polar, sin embargo, si de verdad quieres impresionar y sorprender a la otra persona, un calientapiés puede lograrlo, haciendo que la persona que lo recibe se sienta muy feliz, deseando en todo momento probar el aparato. Por otro lado, cuenta con una facilidad de uso que podrá ser regalado a personas de poca edad, como adolescentes, pero también a personas mayores, por lo que acertarás seguro, consiguiendo, en el caso de que sea un detalle para tus abuelos o tus padres, que su funcionamiento sea lo más simple y sencillo posible, ya que lo único que tendrán que hacer será enchufarlo a la toma de corriente, colocárselos en los pies, y con el control en el que se enciende y se apaga y también con el que se regula la temperatura accionarlo.

Al contar con diferentes niveles de intensidad o temperatura lo que se consigue es varias cosas: no siempre se necesita que el calor sea extremo, ya que quizás, no es que tengas frío o no estás en una época de invierno muy dura, sin embargo, la persona a la que se lo quieres regalar suele caminar durante mucho tiempo o está siempre de pie en el trabajo, algo que suele ser muy dañino para las plantas de los pies y también para la circulación de esta zona, por lo que al disfrutar de diferentes modos de uso, se puede poner, por ejemplo, para cuando se siente mucho frío la máxima intensidad, pero para relajar la circulación se puede colocar un nivel más bajo.

Debes de recordar que se trata de un producto muy seguro y que en la gran mayoría de los casos tendrá un sistema de autoapagado como podemos leer en este artículo de calientapies, ya que si la persona se queda dormida notando el calor en sus pies, seguro que no querrá despertarse con los pies cocidos por la temperatura a la que han estado, por lo que muchos modelos a la media hora se apagan automáticamente con el fin de dar mucha más seguridad a la persona que los está usando, evitando de esta manera un sobrecalentamiento del producto y que la vida útil del calientapiés sea mucho más larga.

Ventajas de regalar un calientapiés

Los pies para muchas personas dejan de ser solo la base de todo nuestro cuerpo o con lo que andamos para convertirse en termorreguladores. Puedes estar completamente tapado con muchas capas, pero si notas una leve brisa de aire en las plantas de los pies, todo el cuerpo sentirá que está frío y necesitarás taparlos para que de esta manera el cuerpo regule la temperatura y puedas sentirte mucho mejor.

Hay personas que realmente lo pasan mal cuando tienen los pies al descubierto, sintiendo el frío y a los que les gusta estar, por ejemplo, en el sofá o en un escritorio mientras ven una película o leen un libro, teniendo los pies a gusto, ya que además de hacer que todo el cuerpo sienta dicho calor, existe también una sensación muy instintiva que es que nos sentimos mucho más protegidos, más seguros donde estemos, ya que la parte primitiva de nuestro organismo nos relaciona el frío que pasamos en los pies con la desprotección de un lugar húmedo, sin techo, sin hogar, y aunque esto es algo muy primitivo, muchas personas siguen asimilando el calor con la sensación de bienestar y felicidad, por eso, regalar a un friolero un calientapiés es lo más recomendable.